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jueves, 19 de diciembre de 2013

Rebelión en la ciudad


Imagen: Guille MenkuiRuiz

Los animales de granja tienen ese qué se yo...

En personas básicamente urbanitas, como puede ser mi caso, es probable que generen sentimientos encontrados: de nostálgica ternura, al recordar, por ejemplo, los cuentos a los que tuvimos acceso siendo pequeños, las figuras para manipular, los dibujos animados; de genuino entusiasmo, como cuando organizamos la primera incursión a una granja cercana; pero también de máximo asombro, como el que experimentamos a través de nuestro sentido del olfato, al comprobar lo diferente que resultó la realidad a esas idílicas instalaciones que habíamos imaginado; o incluso de absoluto rechazo, si además nos llevamos de allí un recuerdo, de los que cuesta quitar de la suela de nuestros zapatos.
Esta confrontación de emociones tal vez ha disminuido desde la aparición de los exitosos juegos de granja multimedia. Aunque recuerdo el placer mayúsculo que experimenté al descubrir cómo bloquear estas aplicaciones en Facebook para dejar de recibir invitaciones.

Guiños aparte, podemos ver que de una forma u otra estos mansos animales nos acompañan desde el principio de nuestras vidas.
Incluso como especie; los inicios de este vínculo se remontan al período Neolítico, cuando optamos por capturar y domesticar animales para criarlos y obtener múltiples productos a partir de ellos. Estas labores, junto con las primeras actividades agrícolas, lograron reducir la incertidumbre que nos suponía la alimentación hasta ese momento.

¿Será el resultado de nuestra memoria individual y colectiva lo que los acomodó en el estrellato tecnológico del mundo de los juegos?
Me resulta por lo menos curioso el hecho de que podamos dedicar horas y horas a cuidar y armar con esmero una granja tras una pantalla, cuando quizás jamás hemos estado en una realmente.
Hemos llegado a un punto que no comemos lo que cuidamos ni cuidamos lo que comemos.

Y la incertidumbre alimentaria vuelve a presentarse.

Sin embargo, nuestro interés sí está puesto en la alimentación y su relación con nuestra salud y con el medio ambiente; también en los mecanismos de producción y sus repercusiones climáticas o sociales.
Según los últimos informes sobre los hábitos de compra y los valores ecológicos a nivel internacional, existe un elevado deseo por parte de los consumidores de aumentar las compras de productos ecológicos, pero los porcentajes demuestran que aún estas prácticas de consumo son bastante menores que las pretendidas.
Tal vez ahí radique la popularidad de los juegos de granja frente a las granjas reales, en que suelen ser mayores nuestras intenciones que nuestras acciones.

De esa popularidad se sirvió, curiosamente, una agencia de publicidad este año. Para enviar el mensaje que quería hacer llegar la FAO, de que "millones de personas no tienen agua para regar los cultivos y poder comer, ni tan siquiera para beber", los 45 millones de usuarios de Farmerama vieron cómo sus granjas quedaban devastadas por las sequías. La impactante acción sirvió también para recaudar fondos y promover acciones reales en granjas reales.

Aprovechemos que estamos en fechas festivas y, por lo tanto, propicias para renovar nuestros propósitos. Los míos consisten en fijarme metas responsables y realizables que generen transiciones hacia otro consumo.

Treehugger


¿Cuáles son las tendencias en sostenibilidad?

Las ciudades del futuro parecen tender, entre otras cosas, a la autosuficiencia energética y al autoabastecimiento alimentario.
La agricultura vuelve a la ciudad en forma de huertos y de cubiertas verdes, horizontales y verticales, que se instalan tanto en espacios públicos como comunitarios y privados, integrando la naturaleza al núcleo urbano.

¿Por qué cambiar nuestra forma de alimentarnos?

Mantener el ritmo de nuestra alimentación actual, en cantidad y calidad, con producciones que recorren distancias kilométricas para ser consumidas, con la enorme inversión energética implícita en el transporte y la consecuente explotación humana y de recursos, no es viable ni justo ni sostenible.
Disminuir la ingesta de productos de origen animal, hacia un consumo más vegetal, sería beneficioso para nuestra salud ya que, al reducir las proteínas de nuestra dieta, lo haríamos también con una serie de enfermedades provocadas por esos excesos.
Si incorporamos alimentos provenientes de la ganadería ecológica estaríamos promoviendo la cría de razas autóctonas en libertad. Estos animales son amamantados hasta los ocho meses; luego continúan su alimentación con productos naturales, sin piensos ni estimulantes que aceleren su crecimiento y engorde. De esta forma estaríamos colaborando con el fin del maltrato animal a nivel industrial.

Más ventajas de la agroganadería ecológica:

  • Contribuye a paliar el cambio climático.
  • Reduce residuos.
  • Produce alimentos saludables y nutritivos.
  • Protege la salud de los agricultores, al evitar el uso de pesticidas y otros productos tóxicos.
  • Fertiliza la tierra y frena la desertificación.
  • Favorece la retención de agua y no contamina los acuíferos.
  • Fomenta la biodiversidad.
  • Mantiene los hábitats de animales silvestres.
  • Promueve los circuitos cortos de comercialización.
  • Preserva la vida rural y la cultura campesina.
  • Es socialmente más económica.
  • Permite una verdadera seguridad alimentaria
  • Impulsa la creación de puestos de trabajo con remuneraciones justas.
  • Devuelve al campesino la gestión de sus tierras, sin dependencias.

Una extraña metamorfosis ocurre cuando comenzamos a hacer consciente el lugar que ocupamos dentro de la naturaleza.
Nuestras buenas intenciones, a veces excedidas, si no tienen en cuenta el alcance y las consecuencias de nuestras decisiones pueden echar por tierra los propósitos de cambio en nuestro consumo.
Cada año, cientos de aves de corral son abandonadas como efecto indeseado de esta "toma de conciencia".
No podemos permitir que nuestros deseos generen una situación peor de la que se quería escapar.
En muchos aspectos estamos viviendo una verdadera esclavitud urbana que requiere una rebelión.
Nuestras decisiones de consumo se constituyen en acciones políticas que marcan un rumbo, por lo que debemos tener claro hacia dónde queremos ir y enfocarnos.
Si queremos sentirnos parte de la rebelión urbana debemos impedir que degenere en nuevas incertidumbres cíclicas, al mejor estilo Rebelión en la granja, de George Orwell.

"Sin un mundo rural vivo, nuestra seguridad alimentaria está gravemente amenazada. Es fundamental una perspectiva de solidaridad campo-ciudad." Esther Vivas 





¡Que tengas unas felices fiestas!

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Fuentes y más información:

Hazte Sostenible: informe hábitos de consumo
Conciencia Eco: informe consumo y medio ambiente
El blog verde: maltrato animal en la industria
El blog verde: agricultura ecológica
Esther Vivas: consumo agroecológico como opción política
Acción Ecológica: soberanía alimentaria
Vida Sana: agricultura biológica
Blog Anida: agricultura en la ciudad
Libro: Rebelión en la granja, de George Orwell. Referencia

Ejemplos de refugios y santuarios veganos en España:



Voluntariado en eco-granjas (internacional):



Amadrina o apadrina animales de granja (algunos ejemplos en España, pero seguro encontrarás similares en tu país):

Ecocolmena: colmenas y miel ecológica
El bosque mágico: las cabras y sus productos
Mas Claperol: las vacas y sus productos
Huertos de Ocio: las gallinas en casa o en la escuela


O simplemente adopta:

Scooby: un refugio seguro para perros, sobre todo Galgos, gatos, burros y animales rescatados de criaderos industriales, que puedes adoptar.



2 comentarios:

  1. va un sentir
    Divinos animales que al ser vida y comida van nutriendolo todo !
    Divinas hojas que al caer son humus y al renacer son aire !
    Divinos rios que en su fluir riegan lo eterno !
    Y ay..
    Pobres sufrientes y solitrias criaturas divididas por fronteras,banderas,credos,apellidos y sexos.

    Hace un tiempo vi una pelicula, no recuerdo el nombre, era americana y estaba ambientada en los 60.La protagonista era una chica autista que logra llegar a la universidad para estudiar agronomia, . Habla de su relacion de amor y respeto hacia la dignidad de los animales , esos que son comida, después. Si logro conseguir o recordar el titulo se los paso.
    Felices fiestas !!

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    Respuestas
    1. Bellísimo, Cocó! Gracias por este regalo y felicidades también para ti :))

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